16 de mayo de 2015

VI Olimpiada de lenguas clásicas: celebración (II)



10 de mayo de 2015

Colóquio 'DIAITA. Patrimonio alimentario' (Funchal)

 
Universidad de Madeira (Funchal)

8 de mayo de 2015

VI Olimpiada de Lenguas Clásicas: celebración (I)


Mesa presidencial de la "VI Olimpiada de Lenguas Clásicas"

En esta ocasión, han participado alrededor de 140 alumnos y alumnas de un total de 22 centros de Secundaria y Bachillerato de Cádiz y Málaga

Alumnos participantes en la Olimpiada de la UCA

   La Universidad de Cádiz ha organizado hoy la VI Olimpiada de Lenguas Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras, coordinada por los profesores Rafael Gallé y Bartolomé Pozuelo. Cerca de 140 alumnos de Secundaria y Bachillerato de 22 centros educativos, 21 de la provincia de Cádiz y uno de Málaga, han participado en la edición de este año.

   La directora general de Acceso y Orientación de la UCA, Inmaculada Maeztu, ha presidido el acto de bienvenida junto al decano de la Facultad, Jacinto Espinosa, al director del departamento de Filología Clásica, José María Maestre, a la coordinadora del grado en Filología Clásica y vocal de la Delegación Gaditana de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, Sandra Ramos, y al profesor titular de Filología Latina, Bartolomé Pozuelo.
                                                                 
    Sandra Ramos ha puntualizado que “el objetivo de esta olimpiada es premiar la excelencia y apoyar al estudio de la filología clásica”. Además, ha alentado al alumnado que “cuando llegue el momento de decidir qué carrera realizar, no sólo elijan con la cabeza, sino también con el corazón”. José María Maestre ha aprovechado la ocasión para recordar a uno de los impulsores de esta actividad, el anterior director del departamento de Filología Clásica y profesor Guillermo Montes Cala, fallecido en septiembre. Por último, Inmaculada Maeztu ha señalado que “es la Olimpiada UCA con mayor número de participantes”.

   Las autoridades han agradecido la organización del evento a los profesores Rafael Gallé y a Bartolomé Pozuelo, al alumnado de la UCA que ha colaborado en la Olimpiada de forma voluntaria, al profesorado de los centros participantes por su esfuerzo y dedicación, y al alumnado de Secundaria y Bachillerato, al que se le ha aconsejado que tome este certamen como un ejercicio previo a la Prueba de Acceso a la Universidad.

Alumnos participantes en la Olimpiada de la UCA
      El alumnado ha dispuesto de una hora y quince minutos para realizar el examen, que ha guardado similitud respecto a los modelos propios de Selectividad.

     En concreto, los centros educativos participantes de Cádiz son: IES Cornelio Balbo (Cádiz), Colegio Compañía de María (San Fernando), IES Isla de León (San Fernando); IES Wenceslao Benítez (San Fernando), IES Manuel de Falla (Puerto Real), IES José Luis Tejada (Puerto de Sta. María), IES Mar de Cádiz (Puerto de Sta. María), IES Pinto Juan Lara (Puerto de Sta. María), IES Poeta García Gutiérrez (Chiclana de la Frontera); IES Pablo Ruiz Picasso (Chiclana), IES Cristóbal Colón (Sanlúcar de Barrameda), IES Doñana (Sanlúcar), IES Francisco Pacheco (Sanlúcar), IES Francisco Pacheco-Adultos (Sanlúcar); Colegio La Salle Buen Pastor (Jerez de la Frontera), IES La Granja (Jerez); IES Trafalgar (Barbate); IES Nuestra Señora de los Remedios (Ubrique), IES Pedro Sainz de Andino (Alcalá de los Gazules) e IES Kursaal (Algeciras). Y el de Málaga: IES Guadaiza (San Pedro de Alcántara).

      La Olimpiada de Lenguas Clásicas se enmarca en el programa de actividades de la III Semana de las Letras de la Universidad de Cádiz, que estos días se desarrolla en la Facultad de Filosofía y Letras.  


5 de mayo de 2015

Presentación del libro "Historia de Roma" de Veleyo Patérculo


El autor del libro, Antonio Ruiz Castellanos, durante la presentación del libro en la "Semana de Letras", 
acompañado por Bárbara Eizaga, Vicedecana de Alumnado,  José Mª Maestre, director del 
Departamento de Filología Clásica, y Lázaro  Lagóstena, director del UCC+i,

        El año pasado, 2014, se celebró el segundo milenario de la muerte de Augusto y del acceso de Tiberio al Principado, con la consolidación de la monarquía que supuso, monarquía que duró hasta 1914 (celebrándose también el bicentenario este mismo año) con la caída del Imperio Austro-Húngaro (heredero del Sacro Romano-Germano Imperio) y la caída del imperio de los Romanoff (la tercera Roma). Parece oportuna la publicación de la Historia de Roma (HR) de Veleyo Patérculo en Ediciones Clásicas de Madrid en este mismo año 2014.

       La edición comprende los siguientes aspectos: autor y obra, aspectos gramaticales característicos de la edad argéntea, aspectos literarios, tradición del texto y aparato crítico propio, notas al aparato para justificar esas lecturas; traducción en español con notas de tipo histórico; bibliografía e índices.

       Veleyo es un historiador de la época de Tiberio, nacido entre el 23 y el 20 ane., educado en la milicia y en las letras durante el principado de Augusto, de origen noble por línea materna y en su propio municipio (que quizás fuera Capua), pero en Roma un homo novus. La HR fue escrita en el año 30 de nuestra era bajo la influencia del Principado de Tiberio, quien por lo demás constituye junto con Augusto el tema dominante de la obra. Es una historia universal, o al menos una historia de la oikoumenê, que hace de Italia el nudo que conecta Roma con el mundo; y convierte a Roma en la heredera última del imperio del orbe (en la secuencia de los imperios: asirio, medo, persa y macedonio). Pero este imperio es un imperio inseguro, que ha pasado grandes crisis y guerras incluso civiles, habiendo sido restaurado gracias al Principado de Augusto y Tiberio, pero al que le espera todavía un futuro incierto. Quizás la visión que ofrece este compendio de la historia de Roma le dé un sentido a su destino.

        Fue editada la HR por primera vez (editio princeps) por el monje benedictino Bilde Beat von Rheinau, Beatus Rhenanus, en la casa editorial Froben de Basilea en el año 1520/21. Había descubierto el manuscrito (codex unicus) en el monasterio de Murbach (Alsacia) en el año 1515. El manuscrito ha desaparecido, pero se hicieron de él al menos dos apógrafos, conservándose en la Biblioteca universitaria de Basilea el realizado por Benito Amerbach en 1516. Ha sido reeditada la HR docenas de veces por editores del mayor prestigio: Gelenius, Aldus Manutius, Iustus Lipsius, Puteanus, Gruter, Vossius, Heinsius, Burmann, Kritz, Halm, Stegmann.

     El autor de la edición, A. Ruiz Castellanos, ha usado, además de estas ediciones, predominantemente la editio princeps (con el apéndice de Burer) y el apógrafo de Amerbach, así como las notas marginales hechas antes de sus ediciones por Gelenius y Puteanus. Ha frecuentado las bibliotecas Nacional de Francia, la de L´École Normale Superieure de París, la Bayerische Staats Bibliothek de Munich y la de la universidad de Basilea. Ha estado en contacto con los editores de la HR contemporáneos: J. Hellegouarc´h (Belles Lettres), A. Woodman (Cambridge) y M. Elefante (Olms) a los que les ha comunicado y con los que ha debatido sus diferencias.

      El uso que hace de las fuentes el prof. Ruiz Castellanos es conservador (en oposición a la edición de Watt de la ed. Teubner, que se permite conjeturar con cualquier pretexto). No hace conjeturas (excepto en los casos de crux philologica) sino que en principio restituye las lecturas de las fuentes: en primer lugar el códice (tal como lo trasmite Burer), en segundo lugar la edición princeps, y en tercer lugar, el apógrafo de Amerbach. La ed. princeps ha sido muy denostada porque lleva un apéndice (añadido por Burer, secretario de B. Rhenanus), en el que se señalan las numerosas discrepancias (15 páginas) que se dan entre la princeps y el códice, aunque realmente se trata la mayor parte de las veces de conjeturas del propio Burer. Eso ha dado que pensar que quizás Rhenanus no usara directamente el códice murbacense (codex unicus), sino que se dejó quizás llevar por algún apógrafo encargado por él. Como el códice se perdió, todo ello ha dado pie a que se multiplicaran las conjeturas de los editores sucesivos. Se demuestra críticamente que tanto la princeps como por el apógrafo de Amerbach han usado el codex como exemplar.

       Amerbach, a pesar de las torpezas que muchas veces comete en su copia, ofrece muchas veces la lectura auténtica del códice en su lectura primera e incluso en las auto-correcciones que hace en la misma línea y sobre la marcha. Hay que diferenciar esta primera lectura hecha en 1516 de la que hizo tras la edición de la princeps (1521), tomando de ésta lecturas que suelen ir supra lineam o ad marginem; en los casos en cambio en que está en desacuerdo con la princeps, simplemente mantiene su primera lectura. Esto no ha sido observado ni considerado como criterio en las anteriores ediciones de la HR; en esta edición ha comportado la restitución de más de 120 lecturas.

        No goza Veleyo de buena prensa en nuestro país porque se le considera un historiador cortesano por su adhesión al Principado y por su falta de objetividad. Pero lo cierto es que Veleyo conoce por propia experiencia y nos ofrece de primera mano y con detalle el Tiberio militar y la época meritoria de Tiberio (“la más feliz de Roma”, según Syme) hasta el año 30; que igualmente constituye una fuente única para la época que se desarrolla a la sombra del principado de Augusto; que es el primer testimonio del desastre de Varo, describiendo muchos detalles relativos a Arminio (E. Hohl, F.A. Marx) y a Maroboduo (C. Jodry); que es también fundamental para el conocimiento de las expediciones a Dalmacia (Koestermann); que completa como testigo de su tiempo la laguna existente entre Livio y Tácito. ¿Es Veleyo un historiador falaz, como dice R. Syme [1]? Lo cierto es que usa la HR constantemente como “cantera de citas a pie de página” (U. Schmitzer). Es fundamental la descripción del sistema de valores nuevos, tal como lo han señalado A. Dihle [2], C. Kuntze [3] y U. Schmitzer [4]. En efecto, se ha estudiado con exhaustividad la vida cultural de la época augustea (Kienast, E. Simon, M. Toher o Galinsky) e incluso la de Claudio, pero en cambio falta una visión cultural [5], artístico-literaria y del sistema de valores de la época de Tiberio. Eso nos anima a tomar la obra de Veleyo como una obra literaria representativa de esta época. Hay otros dos aspectos más que hacen sumamente interesante esta obra, y es su construcción retórica de la identidad itálica por un lado, y por otro la relevancia que le da al orden ecuestre y el papel que asigna al homo novus (Tac. Ann. 3.55) a lo largo de la historia de Roma. 

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[1] R. Syme: “Mendacity in Velleius” (1984, 1090-1104). 
[2] RE 8A (1955) s.v. Velleius 5), 637,58-659,14, donde recoge el estado de la investigación veleyana hasta el momento. Y en su Die griechische und lateinische Literatur der Kaiserzeit. Von Augustus bis Justinian. München 1989, 151-153. 
[3] C. Kuntze. Zur Darstellung des Kaisers Tiberius und seiner Zeit bei Velleius Paterculus. Frankfurt. Bern-New York 1985 (Europaische Hochschulschriften I11/247).
[4]  U. Schmitzer. “Roman values in Velleius”. En E. Cowan (ed.) Velleius P.: Making History. Oxford: Classical Press of Wales 2011, 177-202. 
[5] No se da una adhesión sin crítica al régimen: Octavio y M. Antonio in ruinam… terrarum orbis dimicavere (85.1); puede sorprender el elogio de Cicerón (66.2-5), de Catón de Útica (35.2) y de Pompeyo (48-53); el autor expresa su ansiedad respecto al futuro del imperio y a la inestabilidad del Principado (131)


Antonio Ruiz Castellanos, profesor titular de Filologia Latina de la UCA,
en la presentación de su libro, junto a José Mª Maestre y Lázaro Lagóstena